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Dirección estratégica ¿Qué es y Cómo realizarla?

La dirección estratégica es la misión más importante que tiene la alta dirección de una empresa que es responsable de la filosofía y el funcionamiento del negocio.

Podemos definir esta dirección estratégica como la formulación y aplicación de estrategias para conseguir el mejor posicionamiento posible de los productos o servicios de la empresa en el mercado y obtener rendimientos económicos superiores.

Es la dirección estratégica la que define los criterios de funcionamiento de la empresa, su organización de trabajo y aplicación de recursos económicos y humanos y, por ello, el rumbo que va a seguir el negocio y, también, cómo se va a seguir tal rumbo.

Se considera que, cuando diseñamos la actividad de la empresa por esta vía, deberíamos pensar a medio y largo plazo (un mínimo de cinco años); es un error hacer los planteamientos a plazo demasiado corto porque, entre otras cosas, nuestras capacidades de actuación van a ser mucho menores y conseguiremos muchos menos resultados.

Elementos de la dirección estratégica

En la dirección estratégica intervienen dos elementos:

  • El elemento proactivo la dirección debe poder anticiparse a lo que va a suceder en el futuro, previendo los posibles escenarios que se puedan dar en dicho futuro y diseñando los modos de actuar en ellos.
  • El elemento reactivo debe también estudiar la realidad presente, las amenazas, oportunidades y demás circunstancias del entorno.

Pasos de la dirección estratégica

El plan estratégico es qué es lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo, cuándo y quién lo va a hacer.

Podemos enumerar cinco pasos en los que se va a desarrollar:

  1. Definición de cómo concebir el negocio; su filosofía y metas. Se deben fijar los objetivos a corto y largo plazo y, en función de ellos, definir el comportamiento de la empresa.
  2. Concretar los objetivos de que hablábamos en el punto anterior en objetivos específicos de resultado.
  3. Diseñar una estrategia que sea la mejor y más adecuada para conseguir esos objetivos y diseñar, asimismo, la estructura organizativa adecuada a dicha estrategia.
  4. Implementar la estrategia, llevarla a la práctica con actos y órdenes concretas para lo que ya se tendrá que contar con la participación y colaboración de los mandos intermedios y de todo el personal de la empresa.
  5. Evaluar los resultados ya que la dirección estratégica no es una actividad que se haga una sola vez al principio, si las consecuencias de nuestra estrategia y medidas no son las que esperamos deberemos rediseñarlo todo y volver a ponerlo en práctica. Debemos, por tanto, analizar el resultado de nuestro plan y no sólo detectar errores sino, también, buscar mejoras en él.

Planteamientos que debemos hacernos sobre nuestra empresa

Como hemos dicho, la dirección estratégica persigue los fines normales de un negocio, su penetración en el mercado (vender más), su productividad y la obtención de los beneficios más altos posibles. Pero cada negocio es un mundo propio que está creado con una determinada filosofía.

Por ello, antes de diseñar las estrategias y definir los objetivos del negocio tendríamos que analizar dicho negocio.

Debemos saber por qué y para que se ha creado la empresa, a dónde quiere evolucionar el negocio en el futuro, donde queremos llegar, qué queremos hacer.

Qué imagen queremos dar de nuestro negocio.

Qué es lo bueno que tiene nuestra empresa (su valor diferenciado) y nuestros productos; por que el comprador potencial va a comprarnos a nosotros y no a la competencia.

A qué tipo de público (consumidores o empresas) queremos dirigirnos.

Por último, con qué medios contamos para conseguirlo.

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