En el seno de la familia surgen diariamente multitud de conflictos. La mayoría se solucionan a través de negociaciones o imposiciones, y la vida familiar sigue así su curso, pero en ocasiones los conflictos son más complejos y aunque las partes han tratado de solucionarlos, no lo han conseguido.
Descripción
Al tratarse de relaciones familiares, es habitual que los métodos habituales de solución de conflictos, como es la vía jurisdiccional, aquí no funcione, ya que la relación se rompería para siempre, con los efectos nefastos que ello conllevaría. Muchas veces estos conflictos permanecen latentes y dan lugar a que las relaciones familiares se enfríen y que acaben rompiéndose.
La mediación permite solucionar los conflictos que ocurren en el seno de la familia de una manera pacífica y cooperativa. El mediador es un técnico que va a abrir un canal de comunicación que se ha cerrado ya que en el transcurso de las discusiones se han dicho cosas que han ido abriendo una brecha que a todas luces parece insalvable y cuanto más se intenta cerrar, más acaba abriéndose.
El mediador va a hacer que las partes se comprendan la una a la otra, más allá de las palabras que se han podido decir inducidas por emociones de dolor, rabia, indignación, etc. Cuando esto ocurre, ya se está preparado para abordar el problema de fondo y encontrar soluciones que convengan a todos.
¿Qué conflictos se pueden solucionar a través de la mediación
En mediación se pueden tratar todas aquellas materias de derecho disponible, como conflictos relativos a temas de reclamación de alimentos, emancipación, capitulaciones matrimoniales, algunos efectos personales del matrimonio, la elección del domicilio, el cuidado de personas a cargo, el convenio regulador en crisis matrimoniales o de pareja, con o sin descendencia, el derecho de visita con abuelos y otros parientes de hijos menores y ciertas cuestiones relativas a instituciones tutelares, sucesiones, acogimiento y a adopción.
La mediación es muy recomendable en conflictos relacionados con la herencia ya que permite que las partes, en ocasiones con vínculos afectivos importantes, lleguen a acuerdos preservando su relación y evitando las demoras propias de un proceso judicial, que traen graves prejuicios emocionales y económicos.
Ventajas de la mediación familiar
- Permite a la familia vivir en paz. Surgirán nuevos conflictos pero las personas que acuden a mediación aprenden pautas de comunicación que les servirá para las múltiples desavenencias que se dan en el entorno familiar.
- Las relaciones se mantienen y esto es importante aun cuando se trate de una separación o divorcio cuando hay hijos comunes ya que los padres siempre van a tener que tratar temas relativos a su educación, salidas, compras, campamentos, etc.